Domingo, 7 de diciembre de 2014
La Franja cerró su primera temporada en la B Nacional con una derrota
Pese al enorme esfuerzo realizado en la parte final por los jugadores Guaraní no pudo revertir el resultado y el viernes perdió frente a Insdtituto por 2 a 1 en el partido que cerró su primera temporada en la B Nacional.
Los goles fueron convertidos en la primera etapa por Gustavo Cotti con golpe de cabeza, aumentó en la parte final el mejor jugador de la cancha Cristian Bernardi y descontó Jorge Piñero da Silva a los 21 y pese a la presión y al sacrificio puesto de manifiesto por los jugadores franjeados el empate no llegó y de esa manera se concretó la segunda derrota en condición de local en el torneo que finaliza.
Los dos arqueros fueron grandes figuras pues tanto Jorge de Olivera que le atajó un penal a Mazzola, como Rodrigo Barucco que le sacó un disparo de Luis Silba que tenía destino de gol en la primera etapa, pero la diferencia estuvo en la forma de encarar los ataques, diametralmente opuestos.
En efecto mientras la visita lo hizo con pases cortos y a ras de piso, la franja abusó de las pelotas aéreas generalmente sin destino fijo, que le restaron no solamente sorpresa sino también de esa manera rápidamente se repartía con el adversario la posición del balón.
Esta forma de encarar la tarea ofensiva se hizo reiterativa en Guaraní a lo largo del torneo y es por ello que en muchas ocasiones no mereció perder, como en esta ocasión, pero cayó derrotado y en el mejor de los casos empató y entonces su colocación en la tabla no es el reflejo del esfuerzo que pusieron los jugadores, sino a la forma de encarar el juego desde la mitad de la cancha hacia adelante.
Además, la rapidez con que se perdía la posición del balón, hizo que Instituto plantara un esquema basado en el contragolpe que le dio muy buenos resultados, ya que por esa vía llegó el segundo gol y convirtió en figura a De Olivera.
La ventaja de la visita fue que además de Barucco, tuvo en la cancha a jugadores que tuvieron un rendimiento superlativo como en el caso de Bernardi, el hábil Nicolás Mazzola y el cerebral número 10 Marcos Aguirre y entonces el juego visitante, con estos y otros de rendimiento parejo, fue de mayor prolijidad en el trato del balón y atacando menos llevó igual o mayor peligro para el arquero local.